Un lugar seguro...

-Si puedes ver, más no atravesarlo

Se le quedó mirando un momento, era algo... dificil decirles a los chicos que casi media hora era como un día, bueno... no había que exagerar pero la diferencia de tiempo, era demasiada.

-...April, en wonderland el tiempo es más lento, 36 años aquí... es un siglo en tu mundo, ahora... quizas desde que llegaste ya haya pasado más de una semana

Miró su expresión, en ocasiones el rey jugaba de forma extraña sus cartas al prohobirle sdecirles tantas cosas.

-Depende -suspira- Dendrá de que es lo que quieres

Para su tragedía nopodía hacer todo, y ya podía imaginarse que quería el chico.

-Yo no decido, si vuelves o no, lo siento -reverenció- El unico que decide eso es el rey, si lo cree conveniente te dejara quedarte pero... aun así te puede mandar de regreso

Le miró.

-Hay cosas que de verdad quisiera hacer yo para ayudarles, pero como ves algunas estan fuera de mis manos.

-Si, lo siento, solo soy un mensajero

Se levantó despues de terminarse su agua.

-Además de consejero, pero no me corresponde decidir quien vuelve y quien no, si me correspondiera, no me verías solo

Buscó algo en un cajón sacando un chocolate.

Suspiró.

-No te apures, cada engrane tomará su lugar a su momento

se volvió a armar la trenza que se habái soltado bastante.

-Te recomiendo que si visitas al rey o al duque tengas cuidado, a ellos en serio no sabes cuando puedes tocar algun tema que les moleste

-El rey no me llama así que no estoy ocupado -cortó un pedacito del chocolate para ofrecerle- Así que ¿quieres salir a caminar? ¿a tomar el té? ¿o siemplemente a pasearte? -sonrió

Se acomodo el cabello para dejarlo de nuevo suelto sobre la espalda.

-Es algo extraño... -se dijo comiendo un pedacito del chocolate

Le daba cierto toque cómico que el se la pasaba conriendo y el chico serio.

-Nada en realidad, aquí todo es extraño, pero me causa cierto no se que, pasarmela sonriendo y viendote serio

Miró por la ventana, notando las nubes algo bajas.

-Sera mejor que llevemos sombrilla y tu un abrigo

Salió de la cocina para ir a buscar tambien su abrigo y los paraguas.

Salió del pequeño armario de las escaleras, con una gabardina negra, con cintillas al pecho y lso broches plateado, llevaba en las manos dos sombrillas.

-Oh... croe que me tarde más -soltó poneindose a su lado- Su sombrilla, caballero -le entregó el paraguas

Caminó hasta la puerta abriendole, y dejando el paso libre primero al chico.

-Vamos, April, después de ti

Aun no empezaba a llover asi que solo estaba la brisa fresca.

Cerro la puerta tras él, para caminar fuera de los arbistitos que hacian la bardita de su casa, mirnado el sendero, percibía con delicia el aroma de tierra mojada, el camino aunque nublado se veía despejado... nadie a la vista.

-Espero que no nso mojemos demasiado -sonrió

Camino por el largo sendero y a excasos dos metros el reloj hacía su caracterítico "Tic... tac.. tic... tac"

-Y primera parada, el reloj de cristal -sonrió señalando el reloj

Se acercó al reloj recargandose en él

-Esta cosita tan interesante de los ingenieros del rey, es bonito no?, además tan presiso como el reloj de Londres -asintió- Solo que mira lo que decia

Tomo bien el paraguas y como si fuera un bat le dio un buen golpe al reloj, y salió empujado a un par de metros, se levantó como si nada sacudiendose el pasto... ya se había acostumbrado y ma´s que eso, darse con un buen bat.

-... Si lo checas no habrá ni un raguño -se rascó la nuca- En una ocasión lo detuve... y una semana no me pude mover

-Quieres intentarlo? -se sonrió

Se apsó la mano por lso rubios cabellos mirando el reloj.

-Pues bien, e intentado llevarme bien con él, pero... no puedo cambiarle la alarma -se rió dandole palmaditas arriab dle reloj y como si fuera arte de magia sus orejas se movían como si le hicieran eso a él

Se rió de la nada.

-Espera... espera... por favor, me haces cosquillas -temblo todo par acontrolarse- Ehmm mira esto

Se encuclillo y removió un poco del basto, de las patas del reloj parecían perderse por mas allá del pasto dejaba ver.

-Firmes simientos, ya intente quedame un tiempo con Edward, pero aun así esta cosa me levantaba!

-Eh?

Agarró la onda en segundos.

-Oh! que sea psicologico?... si lo he pensado, alguna histeria mía

Se rascó la nuca mierando el reloj, aunque había algunas cosas que en serio no creía psicologicas.

-Bueno, sigamos, que aun tenemos mucho que ver.